Implementando IoT en el sector energético, se tiene un uso óptimo de los recursos generando un ahorro considerable que se refleja en la reducción de costos de operación y mantenimiento.
Al tener un monitoreo completo de la red se pueden detectar en tiempo real el estado de los dispositivos y generar un mantenimiento preventivo con pruebas y reparaciones proactivas, dotando al sistema de una flexibilidad mayor.